jueves, 21 de febrero de 2013

Una Confesión de Amor



Y agrada a mi vida reconocer el alba, estremecerme en su mirada, permanecer y pertenecer.
Cada espacio es selecto, lleno de gozo y paz, me deja encontrarme a mi mismo, sentirme vivo.
Lo observo, está a mi lado, es todo mío.
Para saborear qué mejor que sus labios, para acariciar qué mejor que sus manos.
Es mío soy suya, le amo me ama.
¡Qué maravilloso un ángel, que me ha compartido la Deidad!

No hay comentarios:

Publicar un comentario