Lloré por tu amor profundo,
aquel que
revivió mi pasión,
naciente de mi añoranza soy ya tuyo,
producto
de fe, de tu introspección.
A cada encuentro me lleno de decoro,
el
encanto es divino, es profundo,
tan selecto como cálido,
tus manos
en mi pecho, dentro muy dentro.
Para mi risa me encuentro quieta,
para
mis labios encuentro entereza,
para mi jornada eres mi compañía,
para mis días eres mi fortaleza.
Si sucedo es a tu lado,
si permanezco, es intacto,
mientras respiro de tu mano,
sólo se eres mío y yo soy
tu.
No hay comentarios:
Publicar un comentario