
Cada día...
pasa un instante en el cuál me siento tan ermitaño y tan sensible, provocas mi sensorialidad, sin querer caigo a cada segundo, haciéndome parte de este mundo y despegándome del Espíritu.
Hoy te busqué, exiguí a mi vida verte, hablarte, desearte, que me tocarás y que yo te sintiera a mi lado, que me besaras, que me acariciaras un rato; cada día que pasa, siento la extraña sensación de estar encantada y desconcertada al mismo tiempo...
Dame un poco de cordura ante la locura que es amarte y desearte, a lo mejor un poco de 'contenerme' para después desbordarme en tu piel, sin querer aún sigo planeando a solas otro encuentro; las coincidencias que puedan retornarnos a otra casualidad, cada día planeo volver...
Cada día...
pasa que me siento sola, me encuentro en tu espalda aferrada, añorando otro deseo en común, exhalando un poco de sentidos difuminados, los cuáles sólo logro volver a traerlos a mi vida al estar a tu lado.
Estar contigo en verdad es una actividad adictiva
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