Ayer fue un día especial, aquel que volví a renacer, entre la ansiedad y la nostalgia, me sentí cruzada de manos, sin motivación; pero el día iba a terminar diferente, acabaría con una llamada que alegró mi ser, mi constancia, mi corazón...
El resurgir de la nada, de estar extasiada en las emociones, sentir mi 'yo' profundo, inmenso, más allá de lo sideral; el absoluto radicó en recordar una mirada, un segundo de paz, de luz, de destello, el final un clímax rotundo intenso.
Ocasiones que pasan, que valen la pena recordar, porque me mantienen cálida, acompañada, llena de retos; me producen querer volver, suspenderme, nunca haberme ido, nunca haber vivido, pensar nada ha pasado y sigo siendo 'suya'.
martes, 13 de julio de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario