Largos se me han hecho los días, pensando y extrañando, pero a pesar de ello, hay una paz en el aire, en mis venas, en ese cautivarme yo misma por los recuerdos; los pasos que doy son constantes y seguros, realmente no estoy afligida, sólo espero-actuo-vivo.
Hay muchas circunstancias que rodean tus labios y los míos, esos tus ojos brillosos, esas mis manos cálidas, pero en realidad, no hay algo que anhele más que tu abrazo; tal vez, comience a estar de ermitaña, a pesar de considerar que estoy quieta, pero en verdad esto sigue siendo poco común en mí.
No puedo sacar de mi mente, todo lo que vivimos, no importa si cuento los días, las horas, todo, sólo se que cuento lo que pasó cerca de ti y de mi, todo aquello que está en ti y en mi; todo es a la vez y tan semejante, esa empatía que me enamora y me alusina, no me siento desterrada, sino acogida.
¡Sabes! Desearía ir corriendo a besarte.
sábado, 22 de enero de 2011
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