Eres como un destello de cielo,
un refugio para el falto de fe,
tus manos son mi consuelo,
en tu mirar renuevo mi mente.
Soy ya tuyo y tu eres mío,
gratitud hay en mi corazón,
por saber ahora seré eterno,
ya que tu me darás la santificación.
Nada puedo hacer, sólo amarte Jesús.

No hay comentarios:
Publicar un comentario