La sensación de masticar chicles y tirarlos cuando se les quita el sabor, es acabar comiéndote la saliva, producto de una gran cantidad de gérmenes, aromas, colores, dinamita pura en la boca; el hastío de sentir que tienes algo en los labios, se parece al sentir cuándo fumas un poco, hoy recordé el sabor a nicotina, simplemente demasiado para mi cuerpo.
Hay veces que te pasas dándole vueltas a asuntos tan básicos y la salida la tienes en tu cara, no sé porque debes de complitarte tanto, cuando todo es cuestión de simpleza y determinismo; tal vez hoy como mañana, siga pensando absurdos, me reconoceré de a ratos, me ensalzaré, a lo mejor pretenderé ser algo que no soy frente a otros, no lo sé quizá, o simplemente seré cotidiana, ligera, sustancial.
Las venas guardan un calor pasado en este día, pero mis manos siguen buscando caricias, se especializan en resplandores de imágenes televisivas, algunas básicas, abstractas; seguimos acaparados por el medio, a pesar de todo, nos conmovemos con alguna película pasional y erótica, o a lo mejor algo desastroso nos hace reir, la gran cantidad de revueltas agota mi ligereza mental, debo de complejizarme un poco.
Estos días se me están pasando tan deprisa, parece quiere acabar todo, empezar luego y profundizar en ocasiones que se han suspendido en el viento, las suposiciones han inquietado mis virtudes, pero eso me agrada, me hace pensar soy melodiosa; la gente me gira, me encuentra, conviene a mi vida, creo todo es cuestión de llevarse, pero a la vez pensar en el porqué de todo...
¡Exáminate con linterna interna quizá puede beneficiar tu cerebro y corazón!
lunes, 10 de mayo de 2010
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