Me levanté pensando en lo que ocurre, cuando por fin duermes las horas necesarias, te levantas 'no más ojeras', duermes, saboreas el sueño; a veces, tengo momentos en los cuáles las personas indicadas, se vienen a mis sueños, a ese resplandor y quisiera permanecer, suspenderme simplemente.
Ciertas ocasiones como algo de pan, bebo un café con leche, fumo en mi mente, reflexiono lo subjetivamente 'bueno o malo', pienso, creo, existo, me evaporo; cada vez considero más, que el aire engloba todo, amo la existencia, ese respirar a cada minuto, lleno de ecos, de ambivalencias, quiero fugarme, quizá acompañada, no lo sé, tal vez...
No entiendo porque a la cabeza le ocurre cierto estrés, cierto nerviciosismo, a pesar de todo acabas siendo uno mismo, te acabas transportándo a los espacios, con las personas, las encantas, te elevas a ti mismo y al fin reproduces el eje: rutinario, consecutivo; hay momentos, que quiero encantarte, tenerte-conmigo, no soltarte, pero en otros ratos soy inseguro, soy solitario.
Reconocer lo que eres quizá pueda doler, arder, estremecer, pero al fin de cuentas acabas de nuevo introspectivo, rotundo, subersivo; ahora no puedo más que reconocer, tengo una profunda desesperación por abandonar mi pasado y reflejarme en tu dulzura, ¡oh, precioso amanecer, que tus ojos me permiten ver!...