domingo, 12 de diciembre de 2010

No desprenderse

Es muy difícil dejar la ansiedad, cuando esta te circula por las venas, cuando te la pasas caminando sin rumbo, pensando que aún piensas, cuando sólo estás sintiendo, respirando de la profundidad de un momento, que lo llena todo, que lo engloba, que lo estremece, que sólo quieres seguir y seguir, y nunca parar y nunca divagar. Hoy acepté que me dolería, acepté que no quisiera, no desearía nada más que tu presencia, estaba meditabunda, pasajera, rotunda, hay veces que no entiendo ni lo que pienso, pero luego me remonto, suspiro, pienso que podré, cuando aún estoy cautivo, entrometiéndome en tu ser tímido, me inquieto al aproximarme, luego me pierdo al tocarte, podría quedarme ahí más y más, no querer parar. Hoy estuve conociendo un poco de lo mucho, hoy palidecí porque quise, luego pensé que podría no llorar y lo hice, pero lo tragé al mismo tiempo, no quiero nadie se entere lo que duele, lo que en verdad nadie sabe, a nadie le he dicho, ese añorar no soltarte, ese revivir al verte; pienso en lo celeste del cielo, en el ocaso del río que corre cuando estás conmigo, no tiene fin, puedo platicar de todo y seguir saboreando el minuto. Hoy sólo he llenado este espacio, sin saber, sin revisar, sin pensar, en qué he escrito, pero últimamente sólo quiero, espero y añoro, amo y quiero, quiero y amo, y hago y no puedo más.... sólo estoy esperando, esperándote--- ven amor, no quiero estar sin tus labios.

No hay comentarios:

Publicar un comentario