El no poderme ir a la cama, sin contar la bola de cosas que me pasaron este día, cargué un botecito de yogurt súper incómodo, en mi bolsa con el cierre roto, todo la mañana, aunque fui más de tres veces a mi casa, estuve en la universidad y demás, no hice nada más que andarlo paseando. De hecho, creo que aún sigue en mi bolsa jaja
Luego volví a mi casa, realicé mi maleta que pronostico será la que llevaré en mi última ida a Poza Rica, todo con el fin de desalojar un poco y no estar llena de cosas que ya ni utilizo; sin embargo, suelo reconocer tardé más de una hora organizando todo el desastre que tenía en el cuarto, montón de papeles que ya ni servían, cremas vacías, comida, dulces, chocolates, en fin, un regero en realidad. No sé en dónde veía ordenado mi cuarto, pero bueno.
Regresé a la universidad, valiéndome un comino, la cuestión de mis prejuicios sobre las blusas de tirantes, iba toda radiante en realidad, botada de la risa de ver que me vale, que a pesar de que esté pasada 2 o 3 o 6 o los kilos que sean me siento agusto conmigo misma; de repente un chavo joven se me quedó viendo grueso en la calle, me voltié a ver, dije pues si es a mí o que onda, pero no si era a mi, entonces cuando veo a un lado de mi blusa, la traía volteada. ¡Chispas! jaja....
Ahora sólo me queda seguirme botando de la risa, cada cosa que me pasa, pero bueno... Lo mejor aún está por venir jeje
jueves, 28 de abril de 2011
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