A través de la rotunda meditación de un caminar sin piso, pretendo tener cabeza en el desafío de la locura, considero estoy impuesta a mi propia duda y confusión; en ciertos momentos, me quedo quieta, luego me siento absurda, sólo pienso y no hago.
Ahora como tantos días continuos, me la paso meditando en mis manos, en mis ojos, en mi cabello, en mis pies, en mi boca, en fin, en todo aquello que tu como yo, poseemos -partes externas nada nuevo; luego me da un poco de desvarío el cautivarme de la locura, de recrear atracciones y fusiones, no lo sé de cierto pero entre mi ser interno y externo, sólo hay una ligera línea: corporeidad y alma.
Me estremesco en lo giratorio de la acuarela que palpita, las letras se convierten en protagonismos, luego sin querer me transparento y me siento divina; tal vez, quizá ocupe un poco más de ratos conmigo misma, para aprender a no desvariar para fugarme e indagar... ¿sabes en qué? Simple: AMAR.
miércoles, 9 de marzo de 2011
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario