martes, 20 de abril de 2010

Brevedad en él ocaso de mi amor


La espontaneidad toca mis sentidos,
envolviéndome en el espacio azulado,
veo tus ojos, me alimentan tus labios,
eres cálido, templado, ermitaño y mío;
sabor de mi pasión conjudada,
en el espacio que me estremece,
me siento multifacética y abnegada,
a pertenecerte, a perderme.

Amor de mis días eres mi ocasión,
selecto, intacto, mi mejor renovación,
tu encanto es mi verso en incoporación,
de esa convergencia de fe y dedicación;
para comprometer no sólo hay que rimar,
para engrandecer se requiere entregar,
para divagar el asunto es pensar,
para amar sólo se requiere dar.

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