miércoles, 14 de abril de 2010

Una escena de poca cordura


Hay una conformidad, suspendida en el aliento, cuando reflejo profundidad, el cielo es viento azulado; quiero pero a la vez no lo deseo, anhelo pero me da igual hacerlo, incorporo pero me quedo quieto, soy fugaz pero a la vez soy plástico.

En las referencias de mi vida, pretendo no añorarte tanto, en las carencias de mi locura, espero poseerte algún día; vago en la lejanía, me suspendo en la duda, no hay cordura ni soltura, la fe es remota es existencia.

La divinidad me está acomodándo, en lazos de ser visceral, en elementos de absoluto, en el olvido sustancial; cuando la añoranza es producto, renazco en la demencia, soy encuentro de mi contorno, mi sabor es miel pureza.

Húndeme en la comparación, de quererte y sentirte, cuando mis manos sean tu razón, mi fe consentirá tu enamorarme; quiero viajar a las letras, porque permanezco en ellas, porque me siento en sus veredas, hoy son mi girar mi colorear escenas.

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