Sólo un ratito,
con tus manos cálidas,
con tus labios pálidos,
con tus ojos luminosos,
con tus deseos mundanos.
Dame un momento,
quiero tenerte a mi lado,
perderme en tu espacio,
saborear lo que callo.
He de sincerarme y no desesperarme, quiero y no encontrarme, prefiero poco agobiarme, porque me muero por tenerte; ojalá un día comience, otra vez a reflejarme, en tus anhelos podría esperarte, pues el sol aún no me deja perderme.
Confusión ocaso de mi demencia, podría poner vértigos en las letras, pero prefiero peder la cabeza, que no sentirte en mis venas; día divino, celestial, profundo, jornada pasajera rutinaria, paso de mi ser tan difuminado, hoy me encuentro mañana pienso callo, soy nómada, cíclica, simplemente extraña.
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