lunes, 4 de octubre de 2010

Sin reacción


La importancia de conocerte y desconocerte a cada minuto, al tiempo que se pasa pasajero fiel, inquieto, profundo, aparente, relativo; sin querer comienzas a imaginarte la boca, delgada, cálida, roja, chispa de vino entre hojuelas de almendra, con un toque pastel; ahora comienzas a visualizar lo que no deseas observar, pero sin darte cuenta recreas la imagen de lo escondido, en esa mente que canta y te agota al mismo momento.

Frotas tu piel, pasas el día con cenizas de color amarillo, intenso cual la fuga de las sensaciones, refleja la parte selecta y oculta de un suceso, de una ocasión de mundo, me vuelvo indeciso sigo pensando en aquel segundo que dejé a un lado, en el recuerdo, en el pasado; controla mis vuelos plateados y desterrados, esos labios me siguen llamando, sus manos están rodeando los sueños, pues ahora no me he levantado, solo he accedido a estar quieto.

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