Los días se me pasan volando, mi corazón aún necesita tiempo de organizar ideas, quiero otros días más para desaparecerme, para volar, para reflejarme; los sucesos sucedieron al comienzo, ahora son parte de un ayer, se suspendieron un Enero 11.
Ojos, caos, córporeo, intrínseco, húmedo, espacial, sustancial, déjame un día melodioso, hay caricias sin contacto, hay espacio sin piso, hay momento sin sed; no entiendo porque veo y debo ceder, cuando quiero seguir pensando, estar tranquila sola.
Muchas veces quiero no volver, desearía no ser habitante de ningún lado, pero la vida me cambia a cada rato, sin ser visceral, acabo siéndolo; hoy miré un beso mental, tuve el antojo de poseerlo, pero luego me atemoricé, me sentí cómo Enero 11.
Las fechas se marcan no por ser números, sino por las personas que pasan, por las que generan ese entorno, ese hueco en el mundo llenado por su presencia; iniciar el año, ver la cara que puso, saber que hay un compromiso, que no romperé, me hace sentir conmoción, ¡quiero huir, existir sin estar!
Tomar decisiones no sé si vale la pena, a veces quisiera la vida misma decidiera por mí, es por ello me siento pacífica, sin movimiento, estancada, cuando sólo me dejo pasar, me dejo ceder; en este día tengo la visión de seguir, la Divinidad me llama a no atemorizarme, pero me siento a veces hipócrita, estoy aterrada, no quiero pensar en la: decisión.
Enero 11 estoy alusinándote, te pienso cada segundo, me duele el teléfono no suene como antes, contestarlo y saber serán otras circunstancias, menos aquel día, aquellos mensajes, aquelllas llamadas; así son las cosas 'rutinarias, absurdas', sin querer llenas de sensaciones y no de acciones, mañana no sé que pasará, a lo mejor me seguiré conformando y NO DECIDIRÉ.
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