Hay veces que eres frágil,
hay veces que eres severo,
sin querer eres tan inútil,
que padeces de ti mismo.
Cuando me incorporo a sus manos, me siento cautiva, involucrándome en sus deseos, la vida gira sola, causa melodía; sin querer me lleno de fé, al estar tan conmovida, me emociona su eco demente, es tan parte de mi ser y de mi vida.
Hay veces que eres bendito,
hay veces que eres demente,
sin querer eres tan fugitivo,
que padeces de lo frustante.
Cuando me incorporo a sus besos, me siento llena, involucrándome en sus pasos, la vida gira plena; sin querer me lleno de renovación, al estar tan iluminada, me emociona su eco de pasión es tan parte de mi ser y de mi vida.
martes, 16 de marzo de 2010
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