Hay una conciencia sin conciencia, una reciprocidad que no es regresada, que sé da pero no se pide de vuelta, cuando me consumo a pensar y darme vueltas a mí misma, mi encanto se agobia, me encuentro reflejada, siento que no encuentro certeza, pero sí muchas dudas;siempre me he preguntado ¿porqué debo hacer y no no hacer?... de vez en cuando, me afligo sola, sin razón, sólo porque quiero porque pienso es emocional, es humano, ¡será! quién sabe, qué importa.Escucho pasos a mi alrededor, una estación de música de rock ochentero, sin querer producto de la masa, de la gente que se encuentra en una convergencia, en un paralelismo, hay cierta inconstancia en el aire, porque no se mueve, sólo está reflejado; la duda vuelve a empezarme, quiero responderme detalle a detalle lo que veo y no al mismo tiempo, hay ocasiones que yo sola me impresiono y me agobio... ¿porqué será? creo sólo porque es en sí mismo.
Sigo pensando en lo pasado, deberé o no, podré o no, me encanto yo en mi soledad, me quedo suspendida en el agotador viento, hace demasiado calor, me estoy agotando, no encuentro salida, quiero ahora frío, ahora comencé a verle el lado positivo; las manos no me parpadean, están hundidas en la fragilidad, se renuevan en fugacidad, están y no al momento semejante al anterior, al presente, al futuro.
Muchas ocasionesme cuestiono el porque me la paso y me la paso escribiendo, algo que a lo mejor nadie lee o que muchos lo hacen, laverdad escribo por pasión, por una entrega que acaba siendo individualista, pero que me agrada compartirlo; hoy no conozco a nadie más que a mi mismo y a medias, sin querer estoy suspendida en mi propia empatía, pero algún día volaré, me entregaré a otro poema más de Sabines y a lo mejor, me difumine en lo alto del cielo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario