martes, 23 de noviembre de 2010
Crónica -simple cortadura
Ayer fue un día peculiar, tras días escrupulosos de cuidarme las manos, comencé a desvariar, estaba haciendo un par de minutos de bicicleta, usual, ligero, pero un evento llamó mi ansiedad, comencé a sentir las piernas moverse más rápido, quería liberar la tensión, la adrenalina, ¡qué se yo! Se pasó el tiempo, seguí pedaleando, cada vez más duro, más rápido, por un momento, un vértigo se me vino, comencé a cansarme, sudar, tensarme, en ese instante liberé el nervio, moví la mano, escurrió sangre, demasiada, no quería ni ver mi mano, dejé de pedalear, comencé a pensar que haría para detener el goteo, por fin pude quitarme un poco el miedo, sequé el asunto, consideré 'soy demasiado cobarde'. Al paso de las horas, veía por todos lados menos mi mano, me daba de vez en cuando risa, saber me puse en ese papel de niña pequeña temerosa, inquieta, no lo sé, pero así ocurrió; luego me armé de valor y pensé una mirada para ver no hará daño, sin querer boté una carcajada, no era nada sólo que soy demasiado escandalosa, para pequeña cortada.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario