Las sensaciones que se producen quedan sólo secas, me encuentro entre la corporeidad y la espiritualidad, más no hay convergencia, no hay puntos que en verdad se entrelacen para formar fortaleza; mi aliento se derrite en la oscuridad del día, cuando no te tengo, cuando estás lejano.
Quiero amor cuando no me encuentro ni a mi misma, camino sin poder acceder a tu cuerpo, a tu mirada, a tu calidez; me prohibes que te bese, que te toque, que por un mes no encuentre nuestra fusión, ahora pienso ¿cuándo te he prohibido algo yo?
Sin querer no se si mi error es o no verdadero, si en verdad existe lo que está bien o mal, todo puede acabar siendo parte del dilema de encontrarte inquieto, de resplandecer a mediodía desnudo y con más ganas de continuar divagando en la rutina; ni más ni menos, quiero ser luz en cada paso, esta vez no cederé, me involucraré a una voluntad verdaderamente fuerte y me llenaré de Dios.
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