Ondas que circulan en la cabeza hecha caos, en la rutina que converge entre sonidos, se alienta de deseos cálidos, se renueva en elementos cotidianos.
Querer continuar divagando las mismas preguntas, tales que se elevan en una respuesta insensible, todo son aspiraciones imaginadas, nada resulta real sólo es método percertible.
Sensitivo es el aliento, al rozar la fragilidad y la fortaleza, se llena de virtud en el universo, se alimenta de movimiento sin cabeza.
lunes, 1 de junio de 2009
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